Sobre un Puente
El joven oficial decide que lo mejor es continuar viaje hacia Bolivia , desoyendo el consejo de un amigo que le había señalado a Chile como el destino más seguro . Es de noche y no puede dormir . La impaciencia por partir y dejar atrás, definitivamente , a sus enemigos que lo siguen desde hace unos días , lo mantienen en una vigilia permanente . Sus enemigos . Ellos tienen como misión matarlo sin juicio previo , y él lo sabe . La noche es clara y sopla una brisa templada , acogedora . El canto de los grillos y la luz danzante de las luciérnagas le devuelven recuerdos gratos y alientan en su ánimo la esperanza de un porvenir venturoso . Con estas imágenes y sensaciones la noche transcurre y por fin el día soñado . Aún no amanece , piensa que es el momento indicado para partir . Un oficial leal lo acompaña . Caminan presurosos y en silencio hasta cerca de un puente que cruza un río tranquilo y amplio , el punto del trayecto convenido para la despedida . El joven oficial continúa su andadura en soledad . El amanecer le descubre una infinidad de aves que se desprenden , repentinamente , de un paisaje tupido y cerrado . Acelera el paso , intimidado por un entorno enmarañado y desconocido . Ve sombras que se mueven y se ocultan . Piensa en el porvenir que presiente inalcanzable . Una voz ronca y última , sin concesión , le grita que es inútil que prosiga . La imagen del porvenir se le deshace en el azul profundo del cielo .
Sobre el puente camina una pareja , detrás de ellos , un grupo de turistas escucha el relato de un guía , que narra la muerte de un joven oficial en la época de la independencia . El guía concluye su relato señalando el lugar del puente donde ese oficial fue encontrado degollado . El cielo azul y el canto de los pájaros detiene a los turistas . El río tranquilo y amplio les brinda una sonoridad acogedora . Conversan sobre cuestiones triviales , se ríen .
Hugo Arce
" Somos nuestra memoria , somos ese quimérico museo de formas inconstantes , ese montón de espejos rotos .”
Jorge Luis Borges
Retazos
Abrió los ojos . Una resolana se filtraba por la ventana de la habitación del hospital . Presintió la irreparable pérdida , y la mirada apenada de uno de sus hijos fue la confirmación . No hubo necesidad de palabras . Transcurridos unos minutos atinó a preguntar sobre el tiempo . Pasaron dos semanas , le respondió uno de sus hijos .Lo primero que pidió , después de recibir el alta médica , fue que lo llevarán al cementerio y lo dejarán solo por un momento . Quería despedirla . Sus hijos , tras una breve deliberación , cedieron . En el silencio y la soledad de ese lugar , frente a una tumba con flores recientes , dedicó unas palabras de despedida . Una plaza , un banco de esa plaza y ellos dos entrelazados en un abrazo fue el fugaz recuerdo que lo conectó con un pasado feliz . Una pieza de un rompecabezas que intuyó que armaría en los días siguientes . Del accidente no recordaba nada . Del trayecto a su casa no fue demasiado lo que recordó , pero se prometió no decir nada . Solo cerró los ojos y trato de silenciar su mente . En la casa lo esperaba una mesa grande y una verdadera comitiva de bienvenida , que en cuanto lo vieron llegar se abalanzaron sobre él para colmarlo de abrazos y de palabras de aliento . Sentado a la mesa , fue reconociendo a todos los comensales , aunque lograba hacerlo luego de algunos segundos . Estaban sus hijos , sus dos nuera y un yerno . Las dos nietas que tenía jugaban con el viejo perro de la familia . Luego miró a una mujer , pero no le alcanzarían los segundos y tampoco los minutos para reconocerla . Estaba cerca suyo y se comportaba como si entre ambos hubiera habido un vínculo , una corriente de confianza y conocimiento mutuo que solo el tiempo sabe tejer . El la miró con extrañeza . Pensó que pronto la recordaría .No quería dejar entrever que su memoria , probablemente , había quedado afectada tras el accidente que había sufrido . Se incorporó de su silla y caminó hacia el jardín de la casa . Desde ese lugar miró a su hijos , a sus nueras , a su yerno , a sus dos nietas . Repasó sus rostros y gestos . Miró a esa mujer que lo había seguido con la mirada , una mirada que tenía un destello de un rencor antiguo y de un evidente rechazo . Se preguntó quién era ella , y también se preguntó quién había sido él .
Hugo Arce
Extraños
Somos una familia extraña , y esto no es una definición proclamada por algunos de los miembros que formamos está familia . Es la forma en que nos identifican en el vecindario . Son una familia extraña , dicen . Y cuando algunos de nosotros , reacio a aceptar ese mote con el que debemos convivir , pregunta a un mayor sobre su origen ,solo obtenemos como respuesta un “ déjalos que hablen” . Una frase que por categórica , y sobre todo , por su carácter de sentencia , nos sirve para seguir adelante .
Somos una familia extraña , le repito a mí hermano que me pregunta por qué la gente que pasa por la vereda mira hacia la casa y dicen : “ allí viven los extraños “ . Cuando mí hermano menor me preguntó eso ayer , recordé que una noche yo estaba despierto , y por el silencio de esa noche que acortaba la distancia entre la calle y las ventanas de mi casa , escuché , como si me confiaran un secreto : “ allí viven los extraños” . Recuerdo que me levanté y lo ví por la ventana . Era un hombre alto cubierto por una capa . Miraba hacia mí casa . Sus ojos eran grandes y tenía una vela en sus manos . Yo miré al jardín y solo vi una planta de rosas con algunas gotitas de luna sobre unos pétalos . También estaba mí gato en la ventana ; parecía asustado . Caminé hacia el living , y desde el ventanal vi a muchas personas , que al igual que el hombre alto de la capa oscura , portaban velas y miraban hacia mí casa . Hablaban entre ellos en un tono de voz muy bajo , como procurando no despertar a nadie ; y bajo la claridad de la luna , repetían la frase : “ allí viven los extraños “ .
Hugo Arce


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