Este año , y como viene sucediendo desde el 2020 , tuvo lugar una nueva edición del Mundial de Escritura , evento literario que convoca a miles de apasionados por la escritura , sin restricción alguna . Cualquier persona puede participar en esta verdadera maratón de escritura . Este certamen surgió en el 2013 por iniciativa del escritor argentino Santiago Llach , quien lo propuso como parte de la dinámica de los talleres que él impartía . Desde el 2020 la invitación a formar parte de la competencia se abrió a todo el mundo . La propuesta del " Mundial de Escritura " consiste en escribir todos los días , durante una semana , un texto de no menos de 3000 caracteres a partir de una consigna . En el cuarto dia de competencia la consigna de escritura giró en torno a un viaje . Un viaje ordinario que en un punto debía entrar en una zona ambigua o fantástica . Para cumplir con esta consigna el participante podía usar como referencia el cuento " Sur " de Jorge Luis Borges .
Es la primera vez que participo en el " Mundial de Escritura " y mí respuesta a la consigna propuesta fue el siguiente texto
Un Vidrio Opaco
Viajar a ese antiguo pueblo me pareció buena idea . Un fin de semana lejos de la ciudad y sin las preocupaciones de todos los días era el respiro que necesitaba . A ese pueblo lo afamaba un reconocido pintor que había nacido y crecido en ese lugar ; de su muerte ya se habían cumplido más de cuarenta años . Mí incipiente interés por la pintura me inclinó a elegirlo como un destino de fin de semana . Quería conocer la obra de ese artista , mirar sus cuadros de cerca , apreciar su estilo . La posibilidad del viaje me entusiasmó .
La ferretería estaría bien atendida por los empleados de siempre , y los sábados , la afluencia de clientes era mucho menor a otros días . De modo que no había motivos para preocuparme . Solo se trataba de abordar el micro que me dejaría en ese pueblo y disfrutar de mí estancia en él .
Abordé el micro justo antes de que amaneciera, y gran parte del trayecto transcurrió de noche. Durante el viaje, me entregué a contemplar el paisaje, o lo que se dejaba ver de él: los cerros aparecían y se ocultaban, fusionándose con el tenue reflejo de los escasos pasajeros que viajaban a esa hora. En mi mente, pinté imágenes que integraban o disociaban estos dos mundos.
Al llegar al pueblo, el cielo se desplegaba en un azul intenso , y el sol , tímido aún , no lograba atenuar el frío que hacía . Fui el único pasajero que descendió del micro . En la terminal del pueblo ,en unos bancos de cemento , estaba sentada una mujer , que al verme se acercó y me dijo , " te estaba esperando " . A sus palabras las tomé como un gesto de cortesía de parte de alguien que dependía de los pocos turistas que llegaban al lugar . Enseguida se ofreció a acompañarme . Caminamos sin hablar por una calle angosta y adoquinada . Ese era un pueblito entornado de cerros , casas bajas , y árboles imponentes en las veredas . Ella rompió el silencio al historiarme la fundación del pueblo y de la antigua capilla que estaba frente a la plaza . A pesar de la cercanía tuve que hacer un esfuerzo por escucharla . A su voz , como a ella misma , el viento parecía llevarla lejos ;su voz era como un eco que se perdía . Cuando pasamos por el frente de una casa me pidió que nos detuvieramos . Nos sentamos en el borde de unos canteros que encerraban flores diversas . Son dalias y azucenas , me dijo ella . Al cabo de unos minutos nos incorporamos y caminamos juntos solo una cuadra más . Delante de la puerta de entrada al museo , ella se despidió . Parecía urgida , el viento parecía llevarla . Viento helado el de ese pueblo , como nunca había sentido antes . La seguí con la mirada hasta que la perdí ; y sentí como si hubiese perdido un momento inesperado y feliz .
Sin perder el tiempo entré . Me recibió un señor , quién también parecía esperarme . Le agradecí la deferencia y le expliqué el motivo de mí visita . Él me invitó a hacer un recorrido por la obra del artista que había llevado el nombre de ese pueblo a lugares distantes . Comenzó a explicarme su estilo, " nuestro querido Alberto tenía la costumbre de pintar escenas cotidianas , el trabajo de nuestra gente , la soledad de algunas personas ..las festividades de nuestro pueblo , en fin , todo lo que acontecía a través de las ventanas de las casas " .
¿ A través de las ventanas de las casas ? , le pregunté .
Si, verá usted . Él solía pedir permiso a los vecinos , descorria apenas las cortinas de las ventanas y plasmaba en sus cuadros lo que observaba .
Comencé a mirar detenidamente los cuadros . Eran hombres y mujeres caminando , tomados de la mano o separados . Niños con sus madres y hombres con sus herramientas . Podían verse lejos o cerca , pero todos retratados con el tamiz opaco del vidrio que había mediado entre ellos y el pintor . Esto les confería un aspecto extraño , casi espectral . Caminé por un pasillo admirando cada uno de los cuadros , hasta que llegué a uno que estaba tapado con una cortina delgada , casi transparente . Mí guía ya no se encontraba al lado mío . Supuse que la decisión de cubrir el cuadro se alineaba al estilo que practicaba ese pintor . Una forma de acrecentar su efecto , pensé . Corrí la cortina y pude observar la escena : Una calle de ese pueblo , siempre antíguo y despoblado . La capilla algo lejos y algunas personas caminando . Y entre dalias y azucenas ,me reconocí , opacado y espectral , sentado en un cantero conversando con ella .

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